Para entender cómo la Barrick Gold Corporation es capaz de apropiarse del oro en todo el mundo con plena impunidad, es necesario conocer la red de influencias y corrupción que ha construido. Ésta le permite articular sus negocios y pasar a llevar la autodeterminación y soberanía de las naciones.
Barrick funciona en varios países con la benevolencia de sus autoridades, a pesar de cargar con un extenso prontuario de muerte, saqueo y corrupción. Los países en que opera son Papúa Nueva Guinea, Argentina, Perú, Australia, Filipinas, EE.UU., República del Congo, Tanzania y Chile, según lo confirman quienes han investigado a la transnacional minera.
Si bien su extensa malla de relaciones tiene características propias al interior de cada país la red internacional de Barrick se nutre de un staff global de financistas, antiguos políticos, representantes de diversas corrientes políticas en los EE.UU., magnates, figuras de las comunicaciones y lobbyistas, entre otros, quienes ayudan a potenciar su desenvolvimiento e intereses.
El poder de la red de personalidades que se encuentra vinculada a la empresa es claro. El presidente ejecutivo de Barrick, Randall Oliphant, declaró el 8 de mayo de 2001, refiriéndose al poder del Consejo Consultivo Internacional de la empresa: "El prestigio de este Consejo fue determinante para la obtención de la concesión de la mina Bulyanhulu, en Tanzania".
Barrick compró en 1999 la empresa Sutton Resources, que poseía un gigante depósito de oro de Bulyanhulu en el norte de Tanzania. Según William Sacher, coautor del libro Canadá Negro, Pillaje, Corrupción y Criminalidad en África (Noir Canadá, pillage, corruption et criminalité) sobre esta transnacional, "la misma Sutton es objeto de una gravísima acusación: la complicidad del enterramiento en vida de 52 mineros artesanales que se oponían a su expropiación, en el mes de agosto de 1996".
Luego de la adquisición de la Sutton, Barrick intentó conseguir la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para poner la mina en operación, rechazando la desaparición de los mineros. "El caso hasta hoy no ha sido resuelto", relata el investigador, Sacher, en su libro.
Sobre esta controversia, Greg Palace -periodista estadounidense que escribió el libro "La mejor democracia que se puede comprar con dinero"-, dice que Barrick demandó a The Guardian, diario más importante en lengua inglesa, "por llevar en sus páginas mi artículo donde revelaba los asesinatos en las minas de Tanzania", precisa.
Según Palace, la empresa luego retiró su demanda y el juez del caso dijo que Barrick no podía decir que nadie murió en esas minas. "Nunca retiramos las acusaciones de que 50 mineros fueron sepultados vivos en esa mina", afirma el periodista.
Barrick creó un Consejo Consultivo Internacional para limpiarse el camino, el cual se compone por los ex-jefes de Estado George Bush Senior y Brian Mulroney (Canadá), el poderoso empresario canadiense Paul Demarais, Peter Munk, y un amigo cercano de la familia Clinton, Vernon Jordan, abogado Demócrata que participó el 2009 en la reunión anual del siniestro Club Bilderberg (cofradía de poderosos que buscan un Nuevo Orden Mundial para un solo gobierno dictatorial).
Según comenta Javier Rodríguez Pardo, periodista argentino que ha seguido de cerca a la empresa minera, hasta 2004 no se había probado la relación de Bush con Barrick. "Me costó un buen dolor de cabeza que se disipó cuando Barrick desestimó continuar con acciones penales en mi contra: las pruebas fueron buenas. Así corroboré que George H. W. Bush padre, era y es uno de los principales accionistas de Barrick Gold Corporation", asegura.
En Sudamérica podemos identificar como miembro del Consejo Asesor al empresario Andrónico Luksic, cuyo grupo económico es socio de Barrick. Asimismo, este comité internacional lo integra Gustavo Cisneros, el hombre más rico de esta parte del continente, y según el ex senador Jorge Lavandero, también el más peligroso e influyente en esta parte del mundo.
También forman parte de este Consejo el ex-senador estadounidense Howard Baker y el ex-Presidente del Banco Federal de Alemania, Karl Otto Pöhl. Se añade a esta lista el senador canadiense cercano a Brian Mulroney, J. Trevor Eyton, presente a finales de los años 90 en el Consejo de Administración. Eyton fue director de General Motors de Canadá, de Coca-Cola, de Nestlé Canadá y de la minera Noranda (aliada de Barrick).
Hasta hoy, el ex-primer ministro de Canadá, Brian Mulroney, es parte del Consejo de Administración de la empresa. Él fue consejero de varias empresas transnacionales como la Trizec (propiedad de la familia Bronfman), y según declarara el fundador y director de la Barrick, Peter Munk, "tiene grandes contactos. Sabe que cada dictador en el mundo es un hombre importante".
De esta forma, la corporación minera Barrick Gold opera como un triángulo de figuras prominentes de Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. Este Consejo es el facilitador, del cual se sirvió Peter Munk para impulsar y desarrollar la empresa.
Al momento de su creación, a principios de los ochenta, Barrick era todavía una pequeña empresa dedicada al negocio petrolero. Sin embargo, Munk había cultivado amistades clave. En la misma época, fundó Barrick Petroleum con el traficante de armas, Adnan Khashoggi, quien se hizo famoso por su participación en el escándalo del Irangate, quien además era tío de Al-Fayed, el fallecido amante de Lady Diana.
Se dice también que Peter Munk es compañero de ski del Príncipe Charles y miembro del Club 1001, una exclusiva cofradía masónica-illuminati, dedicada a coordinar a organizaciones ecologistas de fachada como Greenpeace, World Wide for Nature (WWF) y Goldsmith Ecologist. Lo fundaron el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo de Inglaterra y el príncipe Bernardo de Holanda -inspirador del Club Bilderberg junto a los banqueros Rockefeller y Rotschild.
El príncipe Felipe es el líder de la WWF, una organización para el saqueo de los recursos naturales disfrazada de ambientalista y dedicada a la distribución de fondos globalizados, ocultos en carpetas de proteccionismo ambiental. La CIA precisamente se vale de la influyente WWF para captar a grupos ambientalistas regionales, manejar informes, actualizar datos y contra informar, según lo confirma el periodista Javier Rodríguez Pardo en su artículo "La minera Barrik Gold miente".
Munk ha participado como miembro del Consejo de Administración de Hollinger, empresa del magnate Conrad Black, al lado de Henry Kissinger, Margareth Thatcher y Sir James Goldsmith. En la revista Outre-Terre, Michel Ludevin afirmó que Peter Munk se inspiró en este Consejo para formar el de Barrick. Pese a todas las críticas a la compañía Barrick, provenientes de todo el planeta en los últimos 15 años, Munk fue recientemente condecorado con la orden de "Officer of Canada", la distinción civil de mayor importancia en ese país.
El niño mimado de la corona británica, junto a sus asociados, contrata personas de todo el espectro político. El periodista Greg Palace, afirma que "le pagan a políticos y gente con influencias cuantiosas sumas de dinero".
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