"El Estado Catamarqueño
responde a Intereses Privados"
En nuestra provincia, la discusión sobre el tamaño del Estado y la ampliación de las fuerzas del mercado no plantea el problema de fondo; quizás en otro Estado si, con otra política y otra economía, pero no en Catamarca donde su Gobierno privilegia el interés empresario.
Talvez convenga acordar con los estudiosos que señalan que en América Latina, el Estado ha sido en gran medida privatizado aún antes de la década del ’90, mucho antes.Esos teóricos sostienen que los Estados nacionales y subnacionales en América son controlados por fuerzas que no son propiamente políticos-estatales, sino que son fuerzas políticas vinculadas a la sociedad civil, de las empresas, las que han privatizado porciones importantes de los estado, su máxima dirigencia política inclusive.
Con esa privatización le han quitado el carácter de “publico” claro.El mundo moderno avanza precisamente hacia lo publico a lo largo de dos ejes: en la empresa, a través de la economía, y en el Estado. El movimiento es el mismo, se tiene que rendir cuentas a la sociedad sobre las decisiones adoptadas, ya sean decisiones en el ámbito de la empresa privada, o en el ámbito del Estado.Esas simples nociones de cómo funciona una sociedad moderna, democrática, nos dan ya mucho que pensar sobre el real estado de situación de nuestra Catamarca: aquí empresas poderosas determinan asuntos que nos incumben a todos, y el Estado, a través de dirigentes genuflexos y corruptos, legitiman esas decisiones.
Un caso palmario es la decisión de empresas mineras que no quieren que la provincia tenga un ferrocarril y menos que las obligue a ellas a usar ese medio de transporte; todo con la complicidad de un Estado gobernado por intereses “privados” claro. La cuestión es como se valoriza el control público sobre el Estado. Desde lo ideológico se plantea que todo lo privado es, por el solo hecho de ser privado, automáticamente bueno, y en consecuencia, que es democrático, que rinde cuentas. De hecho, lo que ocurre es que lo estatal, aquí obedece no solamente a la burocracia, sino a los intereses privados que priman en el Estado.
El Estado catamarqueño es un gran ejemplo.Algunos reconocidos teóricos llaman a esto “anillos burocráticos” en el sentido en que las vinculaciones entre los intereses privado y estatales disfrazan decisiones que de hecho son privadas, como el del ferrocarril para Andalgala, aunque aparezcan como estatales. Es más, cuando se critica esta situaciones, se cuestiona al sector estatal solamente y no al privado, obviándose lo principal, que es lo publico, o sea, cómo se rinde cuentas a la sociedad del porque de la decisión tomada, en este caso contraria al interés general de la provincia y de los catamarqueños por Eduardo Brizuela del Moral.Ese es el meollo de la cuestión.
Texto de CatamarcaActual.com
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