"Mi muerte futura es ya autora de verdes nacimientos..."
Poeta y ensayista argentino nacido en Belén, provincia de Catamarca. Con 17 años ganó su primer certamen literario y cinco años más tarde escribe su primer libro, La Flauta de Caña (1920), caracterizado por ser el reflejo de sus ideas acerca del humanismo que deriva de la sabiduría del espíritu griego. A éste siguieron los poemarios Libro del gay vivir, Coplas del pueblo, Los trabajos y los días, Suma (1938), Pan y Constelación. En la Revisión de los griegos (1960), habla de los valores del espíritu griego presentes en los poemas homéricos. En 1941 recibió el Premio Nacional de Literatura y en 1960 el Premio Municipal de Poesía por Constelación, su antología general.
Hoy en dia olvidado injustamente, en sus letras se traslucia la preocupación por el hombre y la comunión con el entorno le dio dimension universal a esa dialectica. Su espiritu inquieto y su actitud critica, lo formaron un fielopositor al gobierno que estuvierda de turno; lo que lo llevo a sobrevivir sin ningun respaldo gubernamental a su obra a pesar del reconocimiento que recibio de figuras cumbres como Arlt, Lugones, Borgues, Mistral entre tanto otros.
Agricultor y socialista, fue líder de los campesinos de la zona (estuvo varias veces preso en los años treinta y cuarenta, por encabezar movimientos contra los “dueños” del riego en el pueblo), y cuando alguna vez se le ofreció un cargo en el gobierno de Catamarca, lo rechazó, del mismo modo que declinó los títulos honoris causa de dos universidades del país, y la invitación de Enrique Banchs a ser miembro de la Academia Argentina de Letras. “Yo no arrojo mis versos para alzar vuestro asombro ni ornamentar el tedio de vuestras horas; largamente insobornablemente sólo quiero sacaros al litoral donde vivo…” (Poema 28 de Suma).
La congruencia entre el decir y el hacer es una constante en este Hombre con mayúscula, en quien el compromiso social y el amor al terruño no sólo se vuelven canto declamatorio, sino que sostienen con la vida y el trabajo de campo, con la solidaridad y la lucha. “Mi pobreza es mi único orgullo”, declara el poeta en un autorretrato.
Lejos de sus cerros y del canto los pájaros, en un asilo de ancianos, allá, en la ciudad gris de la que había huido para fundirse con los colores su tierra. entre otros.
"La vida se desfigura y sofoca
bajo trajes, anillos y solemnidades;
costumbres y relojes engrillan su ritmo.
El hombre quiere hacer féretros y mausoleos eternos,
pero ella hace abortar sus planes fúnebres;
el hombre capitaliza aprensiones y humo,
pero ella nos viste como la mar sus peces.
Ella asume la herencia de todos los muertos
para transfigurarla"
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